Quiero comenzar a contar mi historia. Ordenar los hechos que me han traído hasta aquí. Narrarme.
Porque debo tener una historia. Sobre ésto no cabe la menor duda. Verosímil o no, ésta es otra cuestión.
Una cuestión secundaria, por lo demás. Secundaria y fácil. Puede ser dirimida con una sola elección.
Los hechos, en cambio, deben ser presentados en cierto orden diegético, organizados y montados con una intención reconocible. Los hechos tienen que hacer sentido.
Me he propuesto una cuna extraterrestre para darme mayor libertad de acción.
Pero tal vez me engaňo. En el fondo esta opción puede no ser otra cosa que una nueva manifestación de mis tendencias a la abstracción, a la cerebralización. En una palabra, al escapismo.
Cómo podría determinarlo con seguridad? La única manera es poniendo a prueba esa decisión, observando sus resultados.
Mi vida comienza en Plor, el sexto planeta de un sistema alumbrado por un sol rojo en las proximidades de Alfa Centauro. Un planeta relativamente pequeňo y ordenado, en un sistema de treintaicuatro cuerpos celestes iluminado por un estrella en proceso de involución.
Plor es regido por un Monarca Universal, sólo conoce una nacionalidad: la ploriana. Èsto explica mi espíritu igualitario, mi profunda convicción democrática.
Porque para una ploriana no hay contradicción entre monarquía y democracia. En ésto somos muy británicos. Con la diferencia de que entre nosotros el monarca emerge del pueblo y vuelve al pueblo.
Mi presencia en la Tierra es ambigua y delicada. Tengo una misión que cumplir, pero por el momento es mejor no hablar aún de ella. Tampoco los detalles de mi traslado sideral son ahora interesantes.
No comments:
Post a Comment