Wednesday, January 05, 2005

Formar parte de lo que es

Atreverme a dar el salto desde la realidad de mi pensamiento hacia el pensamiento de la realidad.

Recién entonces, puesto que previamente me habré mezclado con las cosas, podré empezar a pensar sobre mí misma sin caer víctima de mis aporías, de mi malsana ideología.

Quiero llegar a formar parte de lo que es, sin más.

La certeza de esta pertenencia es la fuente en la que se alimenta ese fresco entusiasmo que caracteriza el amor.

Una exaltación subjetiva manando de la contemplación sin culpa de la propia existencia como un acontecimiento justificado, natural.

Mis dudas de originan de hecho en la insuficiencia, en la escasez de mi amor hacia mí misma.

Pero aquí tengo que explicitar que para poder decir esto último he tenido que desprenderme de una ilusión.

La ilusión de que sólo la participación de un tercero ajeno a mí misma podría justificar la movilización de un sentimiento semejante, garantizar sus efectos nutritivos.

Y si me he desprendido de ella no ha sido por medio de una negación de este tercero, sino a través de su ampliación, de su ensanchamiento.

De un tipo concreto de hombre he pasado a la exploración de otros tipos, luego he incluído en esa exploración otros seres distintos al hombre y, finalmente, estoy tratando de introducir categorías de cosas más abstractas y generales.

La realidad del mundo es en el fondo el único interlocutor importante, el tercero ideal. Allí es donde se encuentra la verdad definitiva de mi existencia.

Èsto es, en mi propia cabeza que la piensa y, con ello, la conoce. Que la produce en signos, que la marca.

Quiero emplear ésto que digo como consigna, como santo y seňa, como talismán o relicario, como instrumento mnemotécnico y arma en todos los órdenes de mi vida.

No comments:

Blog Archive

déjame un mensaje