Monday, November 28, 2005

Postal de Frankfurt


- Finalmente he dado con la solución, dijo Kimiko. Es bien fácil.
- Calla ahora, respondió Slothrop. No quiero saberla.

Kimiko comenzó entonces a sentirse otra vez varada, inmóvil. Y todo fue tensión durante los días que siguieron a ése, hasta el de su partida.

Una semana después ella recibió sin embargo una postal de Frankfurt.

Era bonita.

Las palabras escritas en el reverso generaban su propio campo de fuerza. Literalmente, el sentido era visible entre las palabras sobre esa superficie. Las palabras más corrientes convocando las cosas más normales.

Las hileras de sillas vacías en el aeropuerto, por ejemplo. O esa muchacha de la limpieza hablando por teléfono a escondidas entre avión y avión.

Un libro olvidado sobre el inodoro en la cola del aparato. O el malecón a lo largo del río donde los dos solían pasear después de almuerzo.

Sunday, November 27, 2005

Resaca en los oídos


Resaca en los oídos, como si el mar estuviera cerca.

A punto de mandarlo todo a la mierda, pero sé que eso no sería responsable. Tengo que aprender a vivir mi destino sin protestas.


Bajar al sótano. Continuar con el experimento.

Cuando todo dependa de un hilo, y finalmente éste se rompa. Entonces ocurrirá realmente.

Incineraciones, holocaustos. Sufrimientos. Pobreza. Cada vez más precariedad.

No importa. Nada importa. Lo que cuenta son los hechos. Malos o buenos, buenos o malos.

Caeré al vacío con todo mi peso. Aullaré de pavor. Pero no cerraré los ojos.


Incluso en el infierno seguiré buscando el trozo de realidad que me corresponde.

Sin protestas, pero también sin autorización: muerta seré tan mala prisionera como mala cristiana he sido en vida.


Saturday, November 26, 2005

Mi madre en la azotea.


La dama triste, la cariacontecida. La malpagada, el alma doliente. La virgen del dolor.

La fuerza de la costumbre.

Me alejo de ella en la medida en que acepto no saber dónde me encuentro.

Mami, me he ido a los bosques, me he alejado por los dsfiladeros, he introducido mis manos en el agua fría de los ríos.

Yo no soy más yo, sino la que seré. Esta sombra deviniendo máscara y finalmente rostro.

El rostro que yo quiero.

Thursday, November 10, 2005

La maldición


En mi cabeza hay un mecanismo inconsciente que funciona como un espejo o un campo de fuerza repeliendo selectivamente mis ideas, devolviendo de ellas un reflejo invertido, abominable.

Es lo que llamo la maldición, la mordaza. El límite. Ahora mismo me encuentro en él. Lo respiro.

Es el extremo, el punto cero del sentido. El no va más del movimiento. La frontera del ser para mí.

Pero quiero afirmarme en este punto, evitar retroceder. Èste es el umbral del futuro. Ser o no ser aquí, ésta es la cuestión.

Wednesday, November 09, 2005

Una pesadilla con Michel Foucault


- Los niveles que hay que manejar son tres, dijo Foucault mientras devolvía el libro a la mesa.

"The Yage letters", de Burroughs, le había servido como pretexto para hablarme de Lima. Afuera había comenzado entretanto a anochecer, y el gris humo de las grúas en el muelle se alargaba casi horizontal sobre el horizonte, como temiendo la creciente obscuridad del firmamento.

- El nivel simbólico, en el que se paga la deuda del conocimiento, es uno, continuó Foucault. Otro es el nivel imaginario, donde uno se transforma en su propio padre y maestro. El tercer nivel es el de lo real, donde nos espera la muerte.

Yo lo miraba sonriendo mientras él hacía sus abstrusas explicaciones. Me sentía a punto de decir algo gracioso o irónico, pero me contenía respetuosa.

Tuesday, November 08, 2005

Vacaciones del mundo


Una escritora que se preocupa por la cantidad de papel que consume en su trabajo no es una escritora, sino un ser pusilánime, una cobarde, una cacatúa.

Pretextos para conservar la ansiedad, eso es lo que son estas ideas fijas.

Me he dicho que quiero aprovechar mis vacaciones del mundo para arreglar el sótano, y lo estoy haciendo.

Entre otras cosas quiero volver a mi narración. Pero no por obligación. La obligación es lo que me ha interrumpido en esa tarea.

Estoy a la búsqueda de una concepción de mi trabajo sin deudas pendientes con la idea de obligación, esta waste land del egoísmo, del miedo, del falso respeto a una autoridad inexistente.

Estoy en busca de la libertad, no de expresión, sino de visión. La que quiero es la libertad del deseo en el momento de inventarse una satisfacción.

Monday, November 07, 2005

Querida Martha


Querida Martha:
El otro día escuché tu voz en el contestador anunciando tu email.
Regresaba de donde Rocamadour en ese momento, era cerca de medianoche.
No es la primera vez que llamas y no me encuentras.
Debes creer que no estoy nunca en casa, pero sólo es coincidencia.

Sabes que he tenido miedo de leer lo que escribes?
Tiene que haber sido miedo porque he venido postergando abrir el correo.
Miedo a que me hagas reproches, a que me resondres.
Productos de mi cabeza, claro.
En tus líneas no hay nada de eso.

Lo que ocurre es que estoy algo decepcionada de mí misma.
Èsto me vuelve paranoica, cautelosa.
Pero no temas. No consiento en nada de eso.
Sé además en qué dirección se encuentra la solución, y me muevo hacia allí.

Tus frases tan cortas dicen sin embargo tanto como los largos párrafos de emails anteriores.
Qué otra cosa podría interesarnos más que saber de nosotras, hermana?
Aunque eso no es fácil entre nosotros, no crees?
Quiero decir, en nuestra familia.
Creo que nunca aprendimos - o yo nunca aprendí - a hacer amistades entre nosotros.

No es lamentable?

Carmelita y José son probablemente amigos.

Cuando dices exportaciones piensas en mí?
Por qué?

Según lo que dices, a lo mejor cuando te mande estas líneas ya no estás en Lima.
No importa, me contestarás a tu regreso.

Un abrazo, hermana. Kimiko

Saturday, November 05, 2005

Antes de que anochezca


Vomitar antes de que anochezca. Por lo menos una parte de lo que me indigesta.
Por qué no me atrevo? Por qué finjo ser sólo pensamiento?
Por qué no siento?
Sin sentimiento no voy a ninguna parte. Al menos no porque yo lo quiero.
Me dejo llevar por la mecánica del sentido, por la inercia de la palabra?
No, tampoco ésto es cierto.
Como siempre, lo que ocurre está a medio camino entre los dos extremos.

Siento, pero sólo lo que me es aceptable.
Mis vómitos son asépticos, lavados. No vomito lo que me envenena y horroriza, sino sólo lo que encuentro irrisorio, marcado por esa forma del prestigio que desprecio.
Me quiero buena, no procaz. De salón, no de patio trasero. Encaramada en mis pupilas, ignorando mis detritus.
Me quiero inteligente, articulada, sobria. Por ésto es que retrocedo cuando me descubro bestia tratamudeante y sucia.

Tuesday, November 01, 2005

La foto del dia


Tomado de aquí

Reliquia del muro


Èsto me recuerda que las ornamentas de huesos humanos que se ven en las catacumbas de San Patricio en Roma son la obra de un monje Benedictino del siglo XVII.

Qué mosntruosa perversión la suya.

Casi lo estoy viendo separar las calaveras de las vértebras, clasificar los húmeros y fémures según su longitud, poner a un lado los omóplatos y las costillas para ese efecto especial con el que piensa experimentar más tarde en la mortecina luz de una antorcha de resina.

Deus absconditus en la penumbra subterránea.

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