Friday, April 08, 2005

Me estoy matando poco a poco.

No, te equivocas. Lo que haces es resistirte a morir. Por esto tu agonía dura tantos aňos.

No vas a encontrar la verdad de esta manera. Te lamentas demasiado.

El mundo reclama alegría, fuerza. Tu en cambio sólo le ofreces autoconmiseración. El espectáculo que das es deplorable.

A dónde vas a ir a parar por este camino? Tienes que proponerte algo y llevarlo realmente hasta el final. O no proponerte nada y terminar de una vez con la comedia.

Nadie ríe, no te das cuenta?

Vuelves a la carga, pero sin fuerza. No tienes la menor convicción en lo que haces.

En mi tierra llamamos burras a los que son como tú. Sus palabras no son más que rebuznos.

Actúas sólo en la medida que necesitas para tranquilizar tu conciencia. Eres incapaz de comprometerte en algo o con alguien sin pensar en el resultado..

Mercenaria.

Calculadora.

Comerciante.

Egoísta hija de puta.

Mal parida, concha de tu madre.

Más te valiera podrirte en el infierno.

Esperpento malnutrido.

Pedazo de caca pestilente.

Busca, busca. Sé que no estás acostumbrada a hacerlo. Pero lo necesitas. No hay nada que esté escrito de antemano. Y si no encuentras las palabras para expresar lo que quieres, pues las inventas. Lo único que cuenta es que produzcas tu obra. No importa cómo lo hagas. Déjala formarse sin interferir en su crecimiento. Tu preocupación debe consistir simplemente en mantener en buen estado el mecanismo productor.

Cacacena, mentecata.

Prostituta borracha.

Seductora de menores y de esposos insatisfechos.

Fotógrafa de putas.

Mirona impotente.

Masoquista.

Pajera.

Hipócrita arrogante.

Ya ves, ahí está otra vez tu conformismo. Crees que no lo noto? Te veo contar las frases, evaluar el espacio sobre la página, mirar de rato en rato el reloj. Lo único que te interesa es terminar cuanto antes para ir al patio a saltar la soga con tus amigas. De esta manera sólo consigues engaňarte a tí misma. Nunca aprenderás realmente nada. Te quedarás en la superficie, expuesta a los vaivenes de la moda, a la volubilidad de los estados de ánimo, permanentemente expuesta a la maliciosa opinión ajena.

Anda y que te parta un rayo!

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